ESPIGAS
Espigas en las fosas nasales
Otro sitio donde pueden dar problemas las espigas es al entrar por la nariz. Los síntomas van a ser agudos, se producirán mientras sacamos al animal a pasear y vendrán acompañados por numerosos estornudos. El animal arrugará la nariz, intentará frotarse el hocico con las patas y en ocasiones sangrará.
Puede que lo que haya provocado esta irritación haya sido ya expulsado. Si la espiga no sale puede progresar hacia la faringe y ser tragada. En estos casos los síntomas pueden permanecer un tiempo pero irán a mejor, mientras que si la espiga permanece en la nariz los síntomas irán empeorando y con el tiempo pasaremos a tener una descarga purulenta.
La exploración siempre se debe hacer bajo anestesia. La nariz es muy sensible y sangra con gran facilidad haciendo que la visibilidad sea bastante complicada. Además existen una gran cantidad de pliegues entre los que se puede esconder la espiga. Emplearemos para visualizar la zona un fibroendoscopio aunque normalmente con un otoscopio podremos valorarla bastante bien.
Si la localizamos la extraeremos con unas pinzas de cocodrilo igual que las empleadas para la extracción de cuerpos extraños del oído.
Otro sitio donde pueden dar problemas las espigas es al entrar por la nariz. Los síntomas van a ser agudos, se producirán mientras sacamos al animal a pasear y vendrán acompañados por numerosos estornudos. El animal arrugará la nariz, intentará frotarse el hocico con las patas y en ocasiones sangrará.
Puede que lo que haya provocado esta irritación haya sido ya expulsado. Si la espiga no sale puede progresar hacia la faringe y ser tragada. En estos casos los síntomas pueden permanecer un tiempo pero irán a mejor, mientras que si la espiga permanece en la nariz los síntomas irán empeorando y con el tiempo pasaremos a tener una descarga purulenta.
La exploración siempre se debe hacer bajo anestesia. La nariz es muy sensible y sangra con gran facilidad haciendo que la visibilidad sea bastante complicada. Además existen una gran cantidad de pliegues entre los que se puede esconder la espiga. Emplearemos para visualizar la zona un fibroendoscopio aunque normalmente con un otoscopio podremos valorarla bastante bien.
Si la localizamos la extraeremos con unas pinzas de cocodrilo igual que las empleadas para la extracción de cuerpos extraños del oído